El MIT se une al consorcio internacional del Telescopio Magallanes Gigante

La llegada del Massachusetts Institute of Technology amplía una de las alianzas público-privadas más grandes de la historia de la ciencia y fortalece el liderazgo de Estados Unidos en astronomía e ingeniería
PASADENA, CA y CAMBRIDGE, MA – 30 de septiembre 2025 – El Telescopio Magallanes Gigante anunció hoy la incorporación del Massachusetts Institute of Technology a su consorcio internacional, que construye el observatorio de 2.600 millones de dólares en Chile. La incorporación se da gracias a un generoso aporte hecho al MIT por los filántropos Phillip (Terry) Ragon (egresado del MIT en 1972) y Susan Ragon.
«El MIT es una institución académica de renombre mundial, y constituye un socio ideal para nosotros por su excelencia en materia de ciencia, ingeniería y hallazgos» — celebra el Dr. Robert Shelton, presidente del Telescopio Magallanes Gigante. «El MIT aportará experiencia crucial y nos dará un nuevo impulso en un momento en el que se juega el liderazgo mundial en astronomía. Con el MIT, no solo ganamos un socio: estamos acelerando una visión común del futuro y fortaleciendo la posición de Estados Unidos a la cabecera de la ciencia».

El MIT es una entidad privada de educación superior dedicada a la investigación, y pasa a ser el 16 miembro del consorcio internacional que construye el Telescopio Magallanes Gigante y el 10 en tener sede en Estados Unidos. El distinguido grupo está conformado por la Universidad de Arizona, Carnegie Institution for Science, Universidad de Texas en Austin, Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur, Universidad de Chicago, Fundación de Fomento a la Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP), Texas A&M University, Northwestern University, Universidad Harvard, Astronomy Australia Ltd., Universidad Nacional Australiana, Smithsonian Institution, Instituto Weizmann de Ciencia, Instituto de Astronomía y Astrofísica Academia Sinica y Universidad Estatal de Arizona.
Juntas, estas instituciones aportan más de 600 años de experiencia combinada, habiendo participado en la construcción de los telescopios más poderosos del mundo, y han invertido 1.000 millones de dólares en el Telescopio Magallanes Gigante, lo cual representa la inversión privada más grande a la fecha en astronomía terrestre. La construcción del Magallanes Gigante presenta un avance de 40%, y los principales componentes se están diseñando y fabricando en 36 estados de Estados Unidos.
«Para el MIT es un honor unirse al consorcio y participar en este emprendimiento científico excepcional — afirma, Ian A. Waitz, vicepresidente de investigación de la entidad. «El Telescopio Magallanes Gigante aportará nuevas e increíbles capacidades a la investigación astronómica en el MIT y contribuirá al liderazgo de Estados Unidos en un área fundamental de la ciencia. La construcción de este telescopio excepcionalmente poderoso representa una inversión pública y privada crucial en la excelencia científica que dará frutos durante muchas décadas».
El MIT aporta al consorcio poderosas capacidades científicas y un legado de excelencia en astronomía. Los departamentos de Física y de Ciencias Terrestres, Atmosféricas y Planetarias del MIT, así como su Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial, gozan de prestigio internacional por su investigación sobre exoplanetas, cosmología y ambientes de gravedad extrema como los agujeros negros y las estrellas binarias compactas. La participación del MIT fortalecerá las capacidades únicas del Telescopio Magallanes Gigante en materia de espectroscopía de alta resolución, óptica adaptativa y la búsqueda de vida en otros planetas. Por otro lado, estrechará una relación científica de larga data, puesto que el MIT ya participa en los Telescopio Magallanes gemelos situados en el Observatorio Las Campanas, en Chile, que constituye uno de los mejores lugares de observación de la Tierra y ahora también está destinado a albergar el Telescopio Magallanes Gigante.
«Desde el primer catalejo de Galileo, los telescopios más grandes del mundo han duplicado el tamaño de su apertura cada 40 a 50 años» — señala Robert A. Simcoe, director del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT y profesor de física de la cátedra Francis L. Friedman. «Los instrumentos más importantes de cada generación no solo han aportado respuestas a importantes preguntas científicas de su época, sino que también han sorprendido a la comunidad científica con hallazgos inesperados y, de esa forma, han ayudado a los seres humanos a entender mejor nuestro lugar en el universo. Junto con el Telescopio Magallanes Gigante, el MIT está ayudando concretar el aporte de nuestra generación a este legado, en consonancia con nuestra misión de ampliar el horizonte de la ciencia fundamental embarcándonos en los desafíos más avanzados y audaces de la ingeniería».
El apoyo del MIT llega en un momento crucial para el observatorio. En junio de 2025, la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos (NSF, en su sigla en inglés) pasó el Telescopio Magallanes Gigante a su categoría de Etapa Final de Diseño, una de las últimas etapas necesarias para poder optar a fondos federales para la construcción. Como muestra de su nivel de preparación y de su compromiso con el liderazgo estadounidense, el consorcio ofreció financiar dicha etapa con fondos privados, pese a que esta suele financiarse con aportes de la NSF. El aporte del MIT se inscribe en el marco de la estrategia nacional para garantizar que Estados Unidos tenga acceso a la próxima generación de instrumentos conocidos como telescopios extremadamente grandes, que tendrán cinco veces más área de recolección de luz que los observatorios actuales y ostentarán un poder de observación hasta 200 veces más grande.
El Telescopio Magallanes Gigante es uno de los principales socios del Programa de Telescopios Extremadamente Grandes de Estados Unidos, que reviste máxima prioridad para el país en el campo de la astronomía. El estudio decenal Astro2020 de las Academias Nacionales calificaron el programa de «absolutamente esencial si Estados Unidos quiere mantener una posición de liderazgo en astronomía terrestre». El programa a largo plazo incluye asimismo el Observatorio Vera C. Rubin, recién puesto en marcha en Chile. Este observatorio está haciendo un barrido del cielo para detectar fenómenos cósmicos raros y cambiantes, que el Telescopio Magallanes Gigante ayudará a estudiar en detalle aportando la sensibilidad, la resolución y los instrumentos espectroscópicos necesarios. Juntos, estos observatorios del hemisferio Sur proporcionarán a la comunidad científica de Estados Unidos las herramientas que necesita para liderar la investigación en astrofísica en el siglo XXI.
«Sin acceso directo al Telescopio Magallanes Gigante, Estados Unidos corre el riesgo de quedar rezagado en la investigación astronómica fundamental, puesto que los hallazgos revolucionarios que permitirá realizar el Observatorio Rubin serán aprovechados por otros países con acceso a la nueva generación de los llamados telescopios extremadamente grandes actualmente en desarrollo», explica Walter Massey, presidente del Directorio del Telescopio Magallanes Gigante.
La participación del MIT acerca a Estados Unidos a cumplir la promesa de inaugurar este poderoso observatorio en un plazo competitivo a nivel internacional. De obtener financiamiento federal para llevar a cabo la construcción, se espera que el observatorio alcance un 90% de avance en menos de dos años y empiece a funcionar para la década de 2030.
Acerca de
Telescopio Magallanes Gigante
El Telescopio Magallanes Gigante es el futuro de la astronomía terrestre. Al contar con siete de los espejos más grandes del mundo, el telescopio de 25,4 metros producirá imágenes del universo con un nivel de detalle sin precedentes. De esa forma, permitirá echar nuevas luces sobre los misterios cósmicos de la materia oscura, investigar sobre los orígenes de los elementos químicos y buscar señales de vida en planetas distantes. EL Telescopio Magallanes Gigante está siendo construido por la Corporación GMTO, un consorcio internacional sin fines de lucro conformado por 16 universidades e instituciones de investigación, a saber: Universidad de Arizona, Carnegie Institution for Science, Universidad de Texas en Austin, Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur, Universidad de Chicago, Fundación de Fomento a la Investigación del Estado de São Paulo, Texas A&M University, Northwestern University, Universidad Harvard, Astronomy Australia Ltd., Universidad Nacional Australiana, Smithsonian Institution, Instituto Weizmann de Ciencia, Instituto de Astronomía y Astrofísica Academia Sinica y Universidad Estatal de Arizona. El observatorio, que se está construyendo en Chile y cuyos principales componentes se están fabricando en Estados Unidos, está programado para quedar listo en la década de 2030. Obtén más información sobre The Universe Awaits en giantmagellan.org.