Donación de la NSF permite acelerar desarrollo del Telescopio Magallanes Gigante
El Telescopio Magallanes Gigante acelera el desarrollo de las revolucionarias tecnologías ópticas que transformarán los conocimientos de la humanidad sobre el nacimiento del Universo.
PASADENA, CA — La Corporación GMTO recibió 17,5 millones de dólares de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos (NSF, en su sigla en inglés) para acelerar la fabricación de prototipos de algunas de las tecnologías ópticas e infrarrojas más poderosas diseñadas a la fecha. Este crucial avance para el desarrollo del Telescopio Magallanes Gigante (GMT) en el Observatorio Las Campanas, en Chile, permitirá a la comunidad astronómica ver más allá en el universo y con mayor nivel de detalle que cualquier otro telescopio óptico existente. Gracias a los fondos de la NSF, el GMT pasará a ser el primero de una nueva generación de telescopios de gran envergadura, que serán cerca de tres veces más grandes que cualquier telescopio óptico terrestre construido hasta ahora.
El Telescopio Magallanes Gigante y el Telescopio de Treinta Metros (TMT) forman parte del Programa de Telescopios Extremadamente Grandes de Estados Unidos (US-ELTP), desarrollado junto con NOIRLab, de la NSF, destinado a lograr una vista sin precedentes de todo el cielo. Una vez que todos los telescopios estén operando, la comunidad científica de Estados Unidos y sus socios internacionales podrán usar los dos telescopios vanguardistas del programa para realizar investigaciones revolucionarias que ayudarán a responder algunas de las preguntas más trascendentales para la humanidad, por ejemplo, si estamos solos en el Universo y de dónde venimos.
“Es un honor recibir nuestra primera donación de la NSF”, señaló el Dr. Robert Shelton, presidente de la Corporación GMTO. “Es un gran paso hacia el cumplimiento de las metas científicas de GMT y hacia el profundo impacto que tendrá el GMT en el conocimiento humano”.
Uno de los grandes desafíos de diseñar tecnología revolucionaria es lograr materializarla de forma que alcance un rendimiento óptimo. El Telescopio Magallanes Gigante está diseñado para tener una capacidad de resolución diez veces superior a la del Telescopio Espacial Hubble, una de las herramientas más prolíficas de la historia de la astronomía. Este gran salto en calidad de imagen es un requisito para que el GMT despliegue todo su potencial científico y nos ayude a profundizar nuestros conocimientos del Universo.
“En cualquier telescopio la calidad de la imagen depende, en primer lugar, del espejo primario”, explica el Dr. James Fanson, gerente de proyecto de la Corporación GMTO. “El espejo primario del Telescopio Magallanes Gigante comprende siete espejos de 8.4 metros. Para obtener imágenes con poca difracción, tenemos que poner estos espejos en fase, de manera que se comporten como un solo espejo. Una vez que están en fase, hay que corregir la turbulencia atmosférica de la Tierra”.
La puesta en fase implica precisamente alinear los distintos espejos de un telescopio y los demás componentes ópticos para que funcionen al unísono y generen imágenes nítidas del espacio profundo. Lograr esto con siete de los espejos más grandes del mundo es toda una proeza y requiere un sofisticado sistema de óptica adaptativa que corrija el efecto borroso de la turbulencia atmosférica, que se mide en kilohercios. En otras palabras, los astrónomos tienen que compensar el sutil “parpadeo” de las estrellas para poder capturar datos en alta resolución de cuerpos celestes ubicados a miles de años luz de nosotros.
Con los fondos de la NSF, el GMT podrá construir dos bancos de pruebas para la puesta en fase a modo que los ingenieros demuestren, en condiciones de laboratorio controladas, que su diseño central funcionará al momento de alinear y poner en fase los siete espejos del telescopio, con una precisión que permita obtener imágenes con poca difracción cuando el telescopio empiece a funcionar en 2029. Esta etapa incluye la construcción de un prototipo a escala real del sistema de soporte y control del espejo primario que brindará un control óptico activo. Los bancos de pruebas se desarrollarán en el Centro de Óptica Adaptativa Astronómica (CAAO) de la Universidad de Arizona y en el Observatorio Astrofísico Smithsonian (SAO), mientras que la integración y las pruebas de accionamiento del soporte del espejo primario se llevarán a cabo en la Texas A&M University.
Los fondos de la NSF también permitirán la construcción parcial de un espejo secundario adaptativo de segunda generación, que se usa para poner en fase el espejo primario y corregir la distorsión atmosférica. Su desarrollo se llevará a cabo en el marco de un contrato con AdOptica.
“Nuestros espejos secundarios adaptativos llevan esta tecnología a otro nivel”, señala el Dr. Fanson. “Nadie ha tratado de usar siete espejos secundarios adaptativos antes del Telescopio Magallanes Gigante. Probablemente sean el componente más sofisticado del telescopio, y constituyen una prioridad máxima. Tenemos que probarlos y certificar su rendimiento desde el comienzo”.
La comunidad astronómica usará los espejos adaptativos de alta fidelidad del GMT junto con otras tecnologías ópticas adaptativas de vanguardia para detectar firmas biológicas provenientes de exoplanetas distantes. Esta es una de las principales metas científicas del GMT.
Esta iniciativa se lleva a cabo gracias a un fondo conjunto de 23 millones de dólares otorgado a la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA) y la Corporación GMTO para los próximos tres años. El proyecto GMT es fruto del trabajo de un distinguido consorcio internacional de universidades e instituciones científicas de renombre.